HAY 4 CANDIDATOS PARAGUAYOS A SANTOS
En Paraguay existen cuatro candidatos para llegar a los altares, cuyos casos son impulsados por grupos laicos y religiosos. Dos ya son objeto de estudio en el Vaticano.
El primer caso es el de María Felicia de Jesús Sacramentado Guggiari Echeverría, más conocida como Chiquitunga. El proceso está bastante adelantado y es el más cercano a la beatificación. La congregación de las Carmelitas del Claustro impulsó el pedido.
María Florencia Domínguez Netto es la segunda candidata a santa en Paraguay. Más conocida como Piché, se trata de una mujer p
aralítica de Encarnación, de vida ejemplar, cuya causa está impulsada por una comisión desde la diócesis de Itapúa. En la zona, ya la consideran una santa.El padre Julio César Duarte Ortellado es el tercer candidato, quienes lo conocieron aseguran que su vida fue la de un verdadero santo. Su obra y sus escritos están siendo analizados por un Tribunal Eclesial de Paraguay. Para la causa, ya fueron publicados dos libros contando el testimonio de vida de este sacerdote.
El cuarto candidato a los altares es el cacique Arasunu, quien murió inmolado por los mismos indígenas que mataron a san Roque González de Santa Cruz. Su caso está siendo impulsado desde Roma por los sacerdotes jesuitas.
BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN
Por canonización se entiende el acto pontificio por el que el Papa declara que un fiel ha alcanzado la santidad.
Al acto precede un verdadero proceso judicial de los más rigurosos que existen en el mundo. El procedimiento consta de 41 pasos, que se realizan tanto a nivel local como en el Vaticano y cuya realización que puede durar décadas.
Con el paso de los años, hasta llegar a la declaración de canonización, pueden haber intervenido decenas de jueces y oficiales especializados de la Santa Sede que examinan con detalle todos y cada uno de los pasos que se han dado.
El doctor en Derecho Canónico y miembro de la Academia de Historia, padre Carlos Heyn, explicó que la preparación para la santificación de una persona se inicia en la diócesis y luego se pasa la causa a Roma.
El sacerdote participó recientemente de un seminario en Buenos Aires, Argentina, de actualización sobre el proceso de las causas de beatificación y canonización. "Los primeros pasos se tienen que hacer en la diócesis, ya no es como antes que todo se hace en Roma. Ahora 27 pasos se hacen en la diócesis y 14 se siguen en el Vaticano, según las nuevas normas canónicas. El estudio se hace en la Congregación de la Causa de los Santos", explicó el religioso.
El primer paso es hacer conocer todo el trabajo realizado por el candidato al altar, para luego ser declarado Siervo de Dios, hacerle una oración y comenzar con los rezos para pedir la mediación y así conseguir los milagros que son presentados en la causa.
"Siervo de Dios es cuando la persona se prepara para ser beatificada, que significa seguridad de que goza de la gloria de Dios. Luego se averigua si practicó las virtudes y se inicia el proceso de juntar los testimonios. Luego se hace una oración oficial, se le reza y se pide la gracia", explicó el religioso.
Para seguir los primeros pasos, se nombra un procurador, que tiene a su cargo llevar adelante la causa, juntar los testimonios y elevar los resultados a Roma, donde se estudian los milagros, antes de beatificar a la persona.
"Para la beatificación son indispensables los milagros, que deben ser reconocidos por científicos que no sean amigos del candidato. Pueden ser ateos, creyentes. Es importante que la curación no sea por vías normales u ordinarias, sino que trascienda lo científico y entre en el ámbito de lo milagroso", explicó.
Heyn manifestó que actualmente están en estudio 3.000 causas en Roma, entre ellas las de Chiquitunga y del cacique Arasunu.
Pa'i Ortellado dejó una lección de vida
La vida sacerdotal del padre Julio César Duarte Ortellado fue una bendición para el pueblo de Ybycuí, según manifestó el padre Carlos Heyn, quien realizó la recopilación de los escritos realizados por el religioso durante su vida.
"Fue un gran sacerdote consagrado y patriota para la gente necesitada. En 10 años de apostolado dejó huellas que hasta hoy perduran. Pasó por el mundo haciendo el bien", manifestó Heyn.
La causa de beatificación es impulsada por las diócesis de Carapeguá y Villarrica, debido a que el padre Duarte nació en Caazapá el 12 de abril de 1906. Tras su ordenación sacerdotal, en Roma, sirvió como sacerdote de aldea en las localidades de Ybycuí, Quyquyhó y Mbuyapey.
"Los escritos que hemos recopilado de este sacerdote son estupendos. Quedan algunas pocas personas que conocieron al sacerdote y dicen que era un verdadero santo, que vivió como santo", manifestó el padre Heyn.
El padre Duarte Ortellado, sacerdote diocesano, párroco de Ybycuí, de la Diócesis de Carapeguá, lo considera un santo por su entrega a los demás, por las obras realizadas en su corta vida, según el periodista Santiago Caballero.
Se caracterizaba por su austeridad, su sencillez en el vestir y en su frugal comer. Quienes lo conocieron cuentan que dormía sobre tablas en el piso y que se pasaba largas horas delante del Santísimo.
Falleció a consecuencia de una neumonía el 4 de julio de 1943, pese a que su hermano, Pedro Duarte Ortellado, fue un médico brillante y uno de los primeros ministros de Salud del Paraguay, pero ya nada pudo hacer por salvarle.
Indígena no bautizado va camino al altar
Pese a que el cacique Arasunu, que murió el mismo día que San Roque González de Santa Cruz, no llegó a ser bautizado en el cristianismo, también va camino a los altares, según explicó el padre Antonio Rojas.
"En Roma se está estudiando la posibilidad de la exaltación del cacíque que murió con San Roque González. El padre jesuita Rafael Cardonel, profesor de la Universidad Gregoriana, está trabajando con los jesuitas de nuestro país para la beatificación del cacique", explicó el religioso.
La historia de los jesuitas cuenta que el cacique llegó momentos después del martirio de San Roque y reprendió a los indígenas por la crueldad y el ensañamiento con los misioneros.
"Acababan de martirizar en Ka'aro el 15 de noviembre a los padres Roque y Alonso y aparece el anciano cacique guaraní y censuró a los asesinos por el cruento trato a los sacerdotes, expresando respeto y agradecimiento a los evangelizadores martirizados, cuando los aborígenes le quebraron la cabeza y le mataron con rabia y coraje", según explicó el padre Rojas.
Agregó que si bien el cacique no recibió el bautismo de manos de San Roque, sí fue bautizado con su sangre y merece ser beatificado y santificado, dijo el sacerdote. "El cacique Arasunu será el primer indígena de América del Sur que llegue a la exaltación", concluyó.
Chiquitunga enseñó el valor de la caridad
El 13 de diciembre de 1997 se inició el proceso de beatificación de María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga. Nació el 12 de enero de 1925 en Villarrica y desde muy joven mostró inclinación hacia el apostolado, que primero la llevó a trabajar en filas de Acción Católica como laica, para luego ingresar como religiosa de vida contemplativa del Carmelo.
Trabajó en catequesis con niños y jóvenes trabajadores o universitarios primero en Villarrica y luego en Asunción.
Los que la conocieron cuentan que su amor por los pobres y por los que sufren fue excepcional. Si bien su trabajo como laica comenzó a las 16 años, recién a los 30 ingresó en el Carmelo de la Asunción y tomó el hábito de Carmelita Descalza el 14 de agosto de 1955.
En enero de 1959, se internó a causa de una hepatitis infecciosa. Más tarde enfermó de púrpura, una especie de derrame interno en distintas partes del cuerpo.
Falleció a los 34 años, el 28 de marzo del 1959, un Domingo de Pascua, alrededor de las cuatro de la mañana, rodeada todos los familiares y algunas madres superioras de la congregación, a la que pidió le leyeran el "Muero porque no muero", de Santa Teresa de Jesús (fundadora de la orden).
En Encarnación, Piché ya es una santa
Aunque María Florencia Domínguez Netto (Piché) nació en Asunción el 17 de octubre de 1917, en Itapúa la consideran la "santa encarnacena", debido a que de muy niña se mudó con su familia a esta ciudad. Su padre fue jefe de la Dirección de Correos, explicó Pilar Brítez, miembro de la Comisión por la Beatificación de Piché, en Encarnación.
Esta mujer vivió prácticamente postrada en la cama durante toda su vida y a los 23 años se consagró a Dios, ante la presencia del obispo Agustín Rodríguez.
El 3 de setiembre de 1972 -10 años antes de su muerte- Piché pronunció los votos religiosos en el Instituto Reina de la Misericordia y se convirtió en una laica consagrada. En su lecho recibía diariamente a niños y a todas las personas para darles consejos espirituales, aseguró Brítez.
Falleció el 17 de noviembre de 1982 y sus restos mortales descansan en el cementerio de Encarnación, donde a diario decenas de personas acuden para pedir milagros.
El 25 de marzo de 1992, en la fiesta de la Virgen de la Encarnación, monseñor Jorge Livieres Banks, entonces obispo de Encarnación, firmó el decreto por el cual se constituyó el Tribunal Eclesial que ahora lleva adelante la causa de la beatificación.
El único caso
El primer santo paraguayo es San Roque González de Santa Cruz, de la orden de los Jesuitas. Fue muerto en Caaró -Brasil- junto a otros sacerdotes, por indígenas que no aceptaban la evangelización.
El proceso de santificación llevó varios años. La causa se presentó ante los Tribunales de Roma en 1932. La beatificación fue concedida en la Basílica de San Pedro, por el papa Pío X, el 28 de enero de 1934.
La santificación llegó el 16 de mayo de 1988, cuando Juan Pablo II visitó el Paraguay y procedió a la canonización de San Roque González de Santa Cruz y sus compañeros mártires, Juan del Castillo y Alonso Rodríguez. El acto multitudinario se realizó en el predio de la Aeronáutica de las Fuerzas Armadas.
Sierva de Dios María Florencia Dominguez Netto
Siervo de Dios Cacique Arasunú Marangatu
Las personas que puedan facilitarnos algunas fotos de los Siervos de Dios Padre Julio César Duarte Ortellado y Ma. Florencia Dominguez Netto para enriquecer nuestra página les agradeceremos mucho.
Las personas que puedan facilitarnos algunas fotos de los Siervos de Dios Padre Julio César Duarte Ortellado y Ma. Florencia Dominguez Netto para enriquecer nuestra página les agradeceremos mucho.
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